Este es el primer caso judicializado en Ecuador por un crimen de lesa humanidad.
Luis Vaca, Susana Cajas y Javier Jarrín –integrantes de la agrupación Alfaro Vive Carajo (AVC)– fueron detenidos arbitrariamente por militares en Esmeraldas el 10 de noviembre de 1985 y trasladados al Cuartel Batallón Montúfar.
Posteriormente, fueron llevados al Agrupamiento Escuela de Inteligencia Militar (AEIM), ubicado en Conocoto, en el suroriente de Quito, donde habrían sido sometidos a torturas físicas, psicológicas y sexuales.
Susana Cajas y Javier Jarrín permanecieron arrestados durante quince días y luego liberados.
Luis Vaca, en cambio, permaneció en situación de desaparición forzada durante aproximadamente dos años. Su registro de filiación fue eliminado del Registro Civil y fue liberado a mediados de 1988.
Estos hechos ocurrieron en el contexto de la represión estatal registrada entre 1984 y 1988, durante el gobierno de León Febres-Cordero (+).
Por su naturaleza, estos delitos son calificados como de lesa humanidad, lo que implica que no prescriben y pueden ser investigados penalmente, sin importar el tiempo transcurrido.
Fiscalía estableció que las autoridades militares y políticas de la época conocieron y autorizaron estas acciones, las cuales respondían a una planificación estructurada al más alto nivel.